sábado, 14 de noviembre de 2015




DEL FALLO AL ÉXITO 
(¿y viceversa?)


Esta semana caracterizada por los los primeros catarros de la temporada, desde la Botica de la Calidad os recomendamos mucho reposo y una infusión con miel de romero.

No obstante, también queremos acabar la semana hablando de los ERRORES y el miedo que suele producir encontrarlos.(hay personas que más que errores encuentran TERRORES).

A continuación os dejamos una síntesis de un reciente artículo sobre este tema de Rodrigo González en el Portal de PDCA.

Las empresas que basan sus decisiones en sus beneficios  comenten el gran fallo de no ser conscientes de los errores que cometen hasta que sus ingresos empiecen a decaer, para entonces puede que ya se demasiado tarde. En la dura batalla de mantener un nivel alto de competitividad y unos beneficios elevados aparece la idea de buscar la mejora dentro de los fallos de nuestros propios sistemas y se genera un vacío en la creación de valor hacia los pilares clave de la empresa.

Y cuando una empresa se encuentra frente al abismo busca recortar gastos fijos, eliminando activo humano, cuando en realidad están desangrando a la compañía destruyendo una segura creación de valor. Esta técnica de destrucción de activos tan usada, es  una caída imposible de salvar, por ello no hay que basarse en el estudio de los beneficios sino en estudios de los errores de los sistemas, esto provocará que antes de encontrarnos en un callejón sin salida podamos identificar en peligro que acecha y redirigirnos hacia la dirección del éxito.

¿Por qué miedo al error?

Ese enemigo que tanto nos asusta, el miedo al fracaso es, per se, una parte incondicional de la naturaleza del Ser Humano, en consecuencia de las empresas. El gran problema que encontramos en las organizaciones es la falta de búsqueda de fallo, debido en gran parte a la burocratización de los sistemas y tratar de ocultar las equivocaciones, y por otro lado nos encontramos con que las empresas buscan el éxito a toda costa, una fijación que se encadena determinantemente al fracaso.

La búsqueda de la piedra filosofal, la mejora continua, no es tan difícil como parece, voluntad y formación hacen que las empresas generen un ciclo de mejora que fomentará la creación de valor, aumento de beneficios,fidelización de clientes y  lealtad de empleados.

El ejemplo más claro de tratar los fallos lo encontramos en Japón, donde han enfocado su estrategia al análisis de fallos y tratar los defectos como una búsqueda hacia la perfección, que se dirige como fuente de continuo aprendizaje. Esta dinámica confunde a aquellos que estudian únicamente el éxito para alcanzar el éxito. La combinación de ambas metodologías, puede lograr un vínculo arrollador como camino hacia la mejora continua y añadir valor en cada parte individual y colectiva de la organización. El correcto objetivo del análisis se basa en estudiar los fallos que realmente suponen un problema frecuente y de gravedad que impide que nuestros sistemas operen con normalidad, para estos la solución debe ser meditada y no simplemente fundamentada en lo que realiza la competencia o el compañero de al lado.

¡NO BUSQUES CULPABLES, BUSCA SOLUCIONES!

Seamos conscientes del momento en el que se encuentra nuestra empresa, si va bien no seamos arrogantes para morir de éxito, pero tampoco timoratos para no saber en qué momento es bueno apostar por nuevos retos, divergir mercado sin perder nuestro core business. La gestión de recursos y el movimiento de nuestros competidores mantendrán alerta las alarmas, pero sin duda, el trabajo del día a día, proponer el análisis de fallos como algo cotidiano ayudará a conseguir esos beneficios tan necesarios.

El análisis de fallos debería responder a estas preguntas:

¿Cómo descubrir el análisis de la causa raíz del fallo? 

¿Cómo poder anticiparnos al fallo? 

¿Cómo interpretar los datos de modo que permitan identificar fallos y soluciones? 

¿Cómo solucionar nuestros errores?

Como siempre, esperamos vuestros comentarios.

LA BOTICA

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